ELABORACIÓN:
Para la zanahoria:
Pelamos bien la zanahoria, la limpiamos bien y la reservamos para las láminas.
Con el mismo pelador y haciendo como si estuviéramos pelando la zanahoria, le vamos sacando finas tiras.
Una vez tengamos las tiras suficientes las reservamos en un bol.
Para el yogur:
Antes de empezar con la salsa de yogur, sacamos el confit de la cámara frigorífica y lo sacamos de su embase. Dejamos que se oree bien y se temple la carne.
Sacamos el yogur y lo ponemos en el vaso de la batidora, le agregamos el azúcar y trituramos. En este punto podemos aliñar el yogur con diferentes especias al gusto. Podemos añadirle curry, pimienta, pimentón, orégano o una infinidad de especias que harán que nuestro plato tenga un toque diferente.
Una vez el yogur tiene ese toque dulce, le iremos añadiendo el aceite como si de una mayonesa se tratara, esto es, sin parar de accionar la túrmix y a hilo fino.
Sacamos nuestra salsa de yogur y la reservamos en un bol.
Para el confit:
Una vez el confit está bien oreado y bien templado, ponemos el horno a 180ºC y dejamos que se caliente.
Limpiamos bien el confit de toda la grasa que tiene pegada a la piel.
Lo salpimentamos bien y lo ponemos sobre la placa de horno con papel de horno para que no se pegue.
Horneamos el confit de pato de Martiko por espacio de tiempo de 20 minutos, hasta ver que la piel se ha quedado bien dorada.
EMPLATADO:
Mezclamos la salsa de yogur con la zanahoria, la dispondremos a la derecha del plato. A la izquierda pondremos el confit de pato y le podremos unos cristales de sal por encima de la piel para reforzar el sabor y la textura crujiente.
OBSERVACIONES:
La salsa de yogur es muy versátil, podemos añadirle más azúcar o quitársela dependiendo del gusto de cada uno, le podemos añadir un poco de limón o lima para que sea más cítrica y tenga un toque divertido con el confit. En el tema de las especias, el yogur tiene una versatilidad tal, que podemos añadir la que queramos que siempre nos quedará bien.
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