Limpiar la grasa del confit.
Poner el confit en una cazuela grande con todos los ingredientes del caldo. Cubrir con agua fría y llevar a ebullición. Cuando empiece a hervir, bajar el fuego y dejar cocer durante 2 horas, hasta que la carne se separe del hueso. Dejar enfriar la cacerola.
Engrasar un molde de cake y forrarlo con film de cocina dejando que sobresalga un poco. Sacar los codillos de la cazuela y colar el caldo sobre otra olla.
Separar la carne de los huesos, separándola en hebras de tamaño irregular, mezclar con el perejil. Ponerla en el molde preparado.
Poner el caldo al fuego y dejar hervir hasta que se reduzca a la mitad (unos 600 ml).
Remojar la hoja de gelatina en un vaso de agua fría durante 5 minutos, escurrirla con la mano para quitarle todo el agua y echarla en el caldo caliente, remover hasta que se disuelva.
Verter el caldo en la terrina hasta cubrir la carne. Golpear el molde sobre la encimera para evitar que quede alguna burbuja. Esperar a que se enfríe y taparla con film. Dejarla en el frigorífico mínimo 6 horas.
Desmoldarla y servir acompañada de alguna salsa agridulce.