Nuestra Ilusión

En Martiko nos despertamos cada día con una misma ilusión: criar los mejores patos navarros para poder ofrecer los mejores productos. Para ello, hemos implantado un sistema de trabajo diferente, innovador y sobre todo único en el sector: el control de todo el proceso desde el huevo hasta el producto final.
Te invitamos a que descubras nuestra ilusión de cada día. Adelante, bienvenido a nuestro mundo.

INCUBADORA

Con el máximo cariño

Los patos que criamos en Martiko son patos de la raza Moulard, machos de pluma blanca. Estos patos son un híbrido procedente del cruce entre un pato Barberie y un pato Pekín.

 

La incubación de los huevos es un proceso muy importante para asegurar la calidad de nuestros productos. Por ello, Martiko llevó a cabo una unión estratégica con una incubadora que nos asegura el origen, la raza y la calidad de los patos que criamos.

 

El proceso de incubación dura unos 35 días hasta que finalmente, se produce la eclosión del huevo. Un momento mágico ver nacer a nuestros patitos.

EL PRIMER DÍA

¡Por fin en casa! La cría

Una vez que los huevos han eclosionado, los patitos son transportados a su primera casa: nuestras granjas de cría.

Estas granjas están preparadas para albergar a los patitos pequeños. Cuentan con una temperatura controlada que asegura las mejores condiciones de cría para los pequeños.

Las granjas de cría deben estar muy bien diseñadas para mantener y suministrar siempre una temperatura adecuada a los patos. Hay que tener claro que los patos en estos primeros días de vida no pueden regular su temperatura corporal y, por lo tanto, es muy importante observarlos.

Nuestros granjeros vigilan el comportamiento de los patos, tomando siempre las mejores decisiones para su bienestar. Poco a poco el patito se va aclimatando, dejará de tener esa pluma amarilla de bebé y empezará a tener una pluma más robusta que le permitirá mantener su temperatura corporal y poder salir al exterior. Antes o después, dependiendo de las temperaturas exteriores, el granjero decidirá si pueden salir y disfrutar del aire libre.

YA EN LA GRANJA

De niño a adulto. La recría

Desde el día 21 al 84, nuestros patos vivirán en nuestras granjas de recría.
 
¿Qué es una granja de recría? Son granjas al aire libre donde los patos pueden andar a sus anchas y donde pueden resguardarse en caso de frío o lluvia. Son espacios abiertos, rodeados de naturaleza, todos ellos en Navarra.

Es esta fase el pato desarrollará todo su esplendor; pasa de ser un adolescente a ser un adulto, logra una anatomía robusta, como consecuencia de sus paseos por el campo, y su plumaje luce brillante y frondoso.

Cada una de las granjas de recría dispone de un espacio de 9 metros cuadrados por pato aunque casi siempre prefieren estar todos juntos.

100% NATURAL

La mejor alimentación...

En esta etapa su alimentación es natural, basada al 100% en maíz no transgénico, lo cual les confiere una buena salud y robustez.

Lo que más cuidamos es el bienestar del animal para que pueda desarrollar sus músculos adecuadamente y pueda estar sano y fuerte.

Las granjas de recría constan todas ellas de un túnel con una parcela de terrero a derecha e izquierda. Siempre hay una de las zonas que queda en reposo durante 3 meses, de manera que dé tiempo a regenerar el campo y los patos puedan estar en perfectas condiciones.

EL CAMPO

un lugar donde divertirse

Todas nuestras instalaciones están localizadas en Navarra, nuestros patos son navarros. ¿Por qué en Navarra? Nuestra familia es navarra y cuando comenzamos con este proyecto queríamos que nuestras raíces de negocio estuvieran en estas tierras. Además, Navarra es una de las provincias con mayor extensión plana, con lo que encontrar terrenos adecuados para la cría del pato era más sencillo.

En todos nuestros campos hay una estación de tratamiento de purines (cacas de pato) de manera que los tratamos y los entregamos a los agricultores de la zona para que puedan utilizarlo como fertilizante para los campos. Por todos es conocido que la huerta navarra es de calidad, y con estos purines, muchísimo más.

EL MATADERO

Máxima higiene y respeto

Trascurridos los 90 días de vida del pato, estos son trasladados a nuestro matadero, donde se procederá a su posterior sacrificio.

Nuestro matadero cuenta siempre con la presencia de un veterinario oficial del Gobierno de Navarra que vela siempre porque el proceso se lleve a cabo de la manera más profesional. De un pato se utiliza todo o casi todo, con lo que recuperamos no solo la parte comestible (hígado, carne, molleja, muslos, etc.), sino que también contamos con una planta de recuperación de las plumas, las cuales son vendidas a la industrial textil. Empezamos temprano por la mañana con el objetivo de poder elaborar y expedir nuestros productos en el menor tiempo posible con la máxima frescura.

LA FÁBRICA

Máximo respeto a la tradición

El mundo del pato es un mundo de tradición, y ésta tiene que ser trasladada a la producción.

En Martiko seguimos haciendo las cosas de la manera tradicional.

Nuestro confit lleva horas de cocción y nuestro jamón días de curación. Es parte de nuestro ADN.

Actualmente contamos con dos centros productivos que poseen las más altas calificaciones en términos de calidad y donde hemos sabido combinar la tradición con la tecnología más puntera en producción.

Contar con personal altamente cualificado dedicado a la elaboración de productos de pato desde hace muchos años es sinónimo de calidad, profesionalidad y seguridad alimentaria. Esa dedicación y saber hacer se transmite en cada uno de los productos elaborados en Martiko.